¿Un robot camarero en mi establecimiento?
Índice de contenidos
Seguro que has visto esos robots casi de tamaño y aspecto humano, con una cabeza redonda que imita incluso la cabeza de una persona. Unos robots que muchas veces se han mostrado para ayudar a personas mayores o como asistencia en determinados eventos. ¿Podrían servir para tu establecimiento como un camarero?
PROTOTIPOS Y PROPUESTAS
Es bastante probable que aún no los hayas visto en acción, pero lo cierto es que hay varios prototipos y propuestas para que estos robots puedan, de alguna manera, hacer algunas de las labores que realizan los camareros.
Además, según datos del informe Global State of the Hospitality Industry, para 2025 es probable que la mitad de los restaurantes cuenten con robots en sus instalaciones.
Este tipo de productos están pensados para que, evidentemente, puedan servir y recoger los pedidos de las mesas. Pero también para interactuar con los clientes.
Pero, como en toda automatización y llegada de las máquinas a los puestos de trabajo, la duda que se plantea es si estos robots son una amenaza para el empleo o, por el contrario, son una ayuda.
Lo cierto es que la atención humana es difícilmente reemplazable por una máquina, pero también es verdad que estos robots pueden cargar con mucho más peso que lo que puede hacer un hombre. Además, frente a los carros en los que se pueden depositar las bandejas, los robots pueden dirigirse directamente hacia la zona de lavado y deshechos de basura, sin que sea necesaria la presencia de un humano que empuje estos grandes carros. En ese sentido, son toda una ayuda para el personal que atiende los restaurantes y un mayor beneficio para el establecimiento, puesto que los camareros pueden dedicarse a labores de mayor valor añadido y, al evitar trabajos pesados, también se evitan posibles lesiones.
Además, tampoco debemos olvidar que España se encuentra en un momento en el que faltan camareros, por lo que la llegada de estos robots podría aliviar, en parte, la presión del sector Horeca en este sentido.
Si bien la existencia de estos robots en hostelería se puede concebir en ocasiones como una sustitución del trabajo humano, la realidad de estos robots es que tienen unas funcionalidades que aportan un gran número de beneficios tanto al restaurante, como a sus clientes.
CÓMO SON ESTOS ROBOTS
En general, un robot camarero suele estar provisto con ruedas para que se pueda desplazar cómodamente por el suelo del establecimiento. Eso sí, lo ideal es que no haya escalones por la zona de cobertura de la máquina.
Muchos de estos robots suelen acoplarse a las mesas del comedor. En algunos casos portan los platos en una bandeja externa. En otros, tienen una cavidad interior en su torso que permite mantener calientes los platos. En todos ellos, son capaces de depositar las bandejas o los plantes en las mesas.
Además, muchos de ellos están preparados para transportar muchas bandejas, de manera que son eficientes a la hora de recoger muchos platos de una sola vez cuando terminan los comensales.
Como ocurre con los robots aspiradores, antes de ponerlos en pleno funcionamiento estos productos deben conocer y reconocer el lugar en el que se van a mover, por lo que es necesario “entrenarlos” previamente para que sepan dónde se sitúan las mesas, las barras y las zonas de cocina.
Pero esto puede suponer otra ventaja, ya que la máquina optará siempre por ir por el camino más eficiente, lo que aporta una optimización de los recorridos. Lo hacen, además, evitando paseos innecesarios y posibles obstáculos que se puedan encontrar en las distintas rutas. Y, por supuesto, nos facilitarán algunos datos y métricas que podrían ayudarnos a mejorar nuestro negocio. ¿Qué mesas son las que generan más beneficio? ¿En cuáles invierten menos tiempo los comensales?
ROBOT BARMAN
Además, existen otro tipo de robots que están pensados para actuar como barman. Su apariencia, en este caso, puede recordarnos más a los brazos articulados que vemos en una fábrica de coches.
El sistema, en sí, es parecido: dos grandes brazos capaces de sostener un vaso o una botella, girarlos, agitarlos y situarlos en determinados lugares. Con una programación adecuada, sabrán qué cantidad deben poner de cada líquido y cuánto tiempo deben remover todos los ingredientes para acabar sirviéndonos el mejor combinado posible.
Seguro que si vas a un bar o restaurante y te encuentras uno de estos robots te llamará la atención, lo observarás y siempre lo recordarás. Quizá en unos años ya no nos extrañe tanto. Puede que haya llegado el momento de plantearnos si merece la pena o no apostar por esta innovación.