Cómo gestionar el tiempo, el espacio y los recursos en la cocina profesional
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La gestión de la cocina de un restaurante es una tarea que tiene que estar perfectamente coordinada y afinada. El tiempo, el espacio o los stocks son elementos que hay que vigilar y cuidar para obtener unos rendimientos óptimos y aportar un servicio profesional.
La gestión del tiempo
La gestión eficiente del tiempo es esencial para que un restaurante tenga éxito. La anticipación y planificación es un aspecto básico en una cocina profesional. Pensar con tiempo el menú, no improvisar, saber exactamente los ingredientes que se requieren, el tiempo de preparación y el equipo necesario para elaborarlo es fundamental para mantener el control y la eficacia. Asimismo, se deben disponer de alternativas para estar preparados frente a cualquier contingencia.
Es muy importante el estudio del tiempo, por ejemplo, saber a la perfección el tiempo que se tarda en elaborar cada plato. Conocer perfectamente el menú y su tiempo de elaboración permite programar las tareas, optimizar el trabajo del equipo y minimizar errores e imprevistos. Además, el beneficio más evidente es la satisfacción del cliente. Si los platos son de alta calidad, el personal es amable, pero la comida llega muy tarde a la mesa, los clientes no se van a ir satisfechos. Un servicio lento repercutirá muy negativamente en el restaurante.
Cuestión de espacio
Con respecto al espacio, en primer lugar, hay que saber el número de personas que trabajan en la cocina y disponer de espacio suficiente para que los trabajadores puedan desplazarse y laborar de manera óptima. Esto aumenta la eficacia y evita, por ejemplo, choques y colisiones.
Otro punto esencial es el orden. Los ingredientes, herramientas y equipos que se necesitan para cocinar antes de comenzar deben estar todos en su lugar “mise en place”. Además, el almacenaje debe estar optimizado para facilitar el acceso y todo el personal tiene que conocer cuál es ese lugar. Esto permite que el flujo de trabajo sea mucho más eficaz, ahorrando tiempo, disminuyendo los errores y los accidentes laborales.
Por último, pero no por ello menos importante, el espacio ha de mantenerse perfectamente limpio, con protocolos establecidos que cumplan con los requisitos legales.
Stock bajo control
Y, por supuesto, un aspecto fundamental que influye mucho en la rentabilidad es el control del inventario. Es absolutamente imprescindible realizar un seguimiento del stock, teniendo actualizados los registros de los productos disponibles, pero también de lo que no se usa o se desperdicia. El control de stock ayuda a controlar los gastos, reducir el desperdicio y, también, a no quedarse cortos en las existencias necesarias.
Es también muy importante mantener un registro de las fechas de caducidad, así como de las condiciones de almacenamiento, con el fin de garantizar la salubridad de los alimentos y preparados. Tener un control adecuado del inventario permite de igual manera ajustar y gestionar adecuadamente los pedidos y compras.
Si se tienen en cuenta estas prácticas, evitaremos perder tiempo y dinero, y reduciremos desperdicios e ineficacias. De este modo, conseguiremos una cocina altamente eficaz, con dinámicas de trabajo adecuadas que redundarán en beneficios económicos y de ambiente laboral.